En otoño, una extraña enfermedad azul amenaza al País Vasco
¿Es usted inmune a la “enfermedad azul”, también conocida como “mal del azor” o “palombitis”? Se trata de una enfermedad endémica incurable que hace estragos en el suroeste de Francia, sobre todo en la región vasca. Una enfermedad de la que nunca hay una cura completa, dicen. Si miras al cielo durante horas y horas, probablemente ya estés infectado. Para saber más, diríjase a Ainhoa, a pocos kilómetros de Espelette.
El regreso de los azores en la temporada azul
Octubre es el mes azul de la paloma, en el pequeño pueblo catalogado de Ainhoa, a quince minutos de nuestro camping en el País Vasco. La palombe, el pájaro azul para los habitantes del Suroeste (por su hermoso color azul), Columba palumbus para los puristas, es el otro nombre que recibe la paloma torcaz, la mayor de las palomas europeas.
A principios de otoño, los azores comienzan su migración desde Escandinavia hasta el norte de África. De camino, hacen una parada en el País Vasco, donde los Pirineos son más bajos que en otros lugares.
Desde entonces, la llegada de la mítica ave azul es una alegría para los cazadores, para quienes la caza de la paloma es sinónimo de fiesta, gastronomía y encuentros. Para conmemorar la ocasión, el pueblo de Ainhoa celebra el símbolo del pájaro con una fiesta anual del Palombe.
Fiesta de la Paloma en Ainhoa
Durante todo el día, los productores locales estarán presentes en el mercado, junto con artesanos que estarán encantados de mostrarle sus habilidades. También habrá un montón de entretenimiento para mantenerle entretenido en un día dedicado a la hermosa ave azul. En primer lugar, la bendición y liberación de los azores en el frontón, seguida de una comida especial con azores en uno de los restaurantes del pueblo. Los festejos continuarán con canciones vascas y danzas tradicionales, así como con talleres de cocina, talla de piedra, grabado en vidrio y elaboración de cuerdas de pimiento de Espelette…
Caza de palomas
Del 1 de octubre al 30 de noviembre, la caza de la paloma torcaz es un gran acontecimiento esperado todo el año por los habitantes del Suroeste y una verdadera atracción turística para los campistas en busca de lo pintoresco. No hace mucho, era costumbre tomarse unas vacaciones en octubre para ir a cazar palomas. Otros llamaron al trabajo diciendo que estaban enfermos de palombitis aguda, la famosa “enfermedad azul”. El apego casi amoroso de los vascos a esta caza milenaria es evidente. Existen varias técnicas de caza, la más extendida es la caza con red. En los alrededores del Col de Lizarrieta, al sur de Sare, los cazadores pasan varios años construyendo su “palombière”, una cabaña camuflada entre la maleza que sirve de puesto de vigía. Es también, y sobre todo, un lugar para compartir, intercambiar y convivir entre generaciones y clases sociales. Si tiene la oportunidad de visitar un criadero de palomas durante su estancia en el País Vasco, ¡no lo dude!
Foto: © Charles J Sharp